Un mensaje de solidaridad para todas nosotras. A lo largo de la historia, las mujeres hemos sido situadas en un segunodo término por el tipo de sociedad en la que vivimos; sin embargo, la reivindicación femenina ha tenido una gran lucha desde el siglo XV con Christine de Pizan, quien para Simone de Beauvoir fue la primera mujer feminista.
Así bien, hablar de mujeres destacadas que levantaron la voz por todas aquellas que fueron silenciadas a lo largo del tiempo o de marcar una fecha como el inicio de su reivindicación, sería reduccionista -incluso grosero-, porque, si mencionamos a la icónica Simone de Beauvoir, tendríamos que hablar de las tantas mujeres que han luchado e impuesto su voluntad por encima de “lo que tiene que ser lo correcto o normal” ante un mundo con reglas poco favorables para nosotras.
Ni qué decir de las condiciones laborales donde se pone un escalafón abajo la importancia que como género feminino tenemos, por lo que el movimiento sufragista, o la más reciente quema de sostenes fueron punta de lanza que nos han llevado a un 8 de marzo donde una gran cantidad de países reflexionan sobre esta lucha que no termina con del Día Internacional de la Mujer.
México no es ajeno a esta causa y por tal motivo, este 9 de marzo, el poder de la mujer se ha solidarizado y fortalecido haciendo un paro total de actividades para crear una imagen del papel que tenemos en la sociedad de una manera contundente. El impacto social, económico y político que esto representa manda un mensaje de sororidad y un golpe de autoridad para decir ¡basta!
Mujeres destacadas de esta patria, son muchísimas, en el ámbito deportivo, político, empresarial, social, la representación femenina siempre destaca y representa nuestra cultura y valor como nación.
Una mujer es como una joya, nace de entre la tempestad de la naturaleza, la temperatura y la presión de las capas terrestres, mientras más adversas, provocan el nacimiento de las más grandes y hermosas gemas y cristales, una mujer que trabaja, que se sobrepone y que exige lo que le corresponde, pule, embellece y fortalece el fervor de su persona.