Las relaciones humanas se volvieron fugaces en un mundo lleno de apps de citas hasta que, de repente las calles lucieron vacías y nos dimos cuenta lo frágil y fugaz que es la vida. París se quedó sin sus cientos de enamorados fotografiándose frente a la Torre Eiffel, Río de la Plata no bailaba más tango y Venecia no paseaba más almas gemelas sobre sus canales.
No podemos hacer muchas cosas que resultarían románticas e inolvidables para un momento especial, pero nos queda la imaginación para poder encontrar un recuerdo que permanecerá por siempre, hecho a la medida y sin ningún patrón establecido, simplemente: libre.
Ahora, sólo resta que te armes de valor, tomes la mano de la persona amada y digas esas palabras, hazlo por los que están lejos, por los que no pueden, por los que no se atreven, por los que fueron, por los que lucharon, marcharon y gritaron. Sí, atrévete y crea un mundo fantástico que dure toda la vida.