El mundo se cimbró con la noticia del lamentable deceso de la reina Isabel II y el Palacio de Buckingham confirmó que la monarca "falleció pacíficamente" en el castillo de Balmoral.
A manera de homenaje nos gustaría recordar a la monarca como una amante de los diamantes, mismos que lucía con singular alegría en sus joyas.
Y es que durante los festejos del Jubileo de Platino (festejo por los 70 años en la corona) de la reina Isabel la monarca mostró al mundo su gusto por la joyería exhibiendo piezas hermosas y con un alto valor simbólico entre las que se encuentran coronas, diademas y broches.
Porque si de diamantes hablamos, la corona de Isabel II (Diamond Diadem) es la reina de joyas con diamantes. La pieza se creó para la coronación de Jorge IV en 1821. Está engastada con mil 333 diamantes en corte brillante para aprovechar todo el fuego de esta gema.
El simbolismo de esta joya está presente con tres elementos que representan la corona británica como lo son una rosa, un cardo y dos tréboles presentes con diamantes. La diadema fue heredada en 1837 por la reina Victoria, después pasó a la reina Alexandra, la reina María, la reina Isabel, la reina madre y luego a la reina Isabel II, quien la usó el día de su coronación y durante la primera Apertura Estatal del Parlamento de su reinado.
El collar Delhi Durbar cuenta con un diamante de 8.8 quilates cortado del diamante Cullinan, el más grande jamás encontrado.
El collar se hizo para la reina María como parte de un conjunto de joyas creado para el Durbar de Delhi en 1911.
También conocida como la tiara de zafiro belga fue la última corona que aparece en una foto real de la reina en marzo de 2019 y va a juego con un collar, una pulsera y unos pendientes, todos de zafiros y diamantes.
Los 96 rubíes y diamantes en forma de emblema de Inglaterra, la rosa de Tudor montados en la tiara fueron originalmente entregados a la reina como regalo de bodas del pueblo de Birmania, destinado a ser un símbolo de protección contra la enfermedad y el mal, que al parecer funcionó muy bien pues la monarca alcanzó los 96 años, mismo número de rubíes.
El lirio de la llama de Rodesia
El lirio de la llama de Rodesia con 283 diamantes, considerado el primer broche de la reina Isabel II. Se le regaló a la entonces princesa Isabel durante una gira por el país en 1947, el año anterior a su matrimonio, por su 21 cumpleaños.
Esta joya tiene ese aire de luto ya que esta fue la pieza que la nueva reina usó de regreso al Reino Unido, luego de la muerte de su padre en 1952.
Una de las joyas más robustas que usó Isabel II estaba hecho de piedras preciosas tomadas de piezas de la colección real, como empuñaduras de espadas. Sin embargo, el enorme colgante de diamantes de Lahore de 22,48 quilates se extrajo del collar de rubíes de Timur.
En esta misma imagen vive el diamante Koh-i-Noor, que significa "Montaña de Luz", que un principio llegó a pesar 186 quilates y tenía un irregular corte ovalado que lo hacía el diamante más alargado conocido. Ahora tiene 105,6 quilates, tratándose igualmente de uno de los diamantes más grandes del planeta.
Este es solo un breve acercamiento a algunas joyas de la gran colección británica, una de las más impresionantes del mundo por su valor monetario, pero también histórico. Tú puedes lucir con estas piedras preciosas con los diamantes de nuestra tienda en línea o en las más de 120 sucursales a lo largo y ancho del país.