A finales de la década de los 80 y principios de los 90, surgió en Seattle, Estados Unidos, una corriente contracultural denominada grunge, que buscaba un estilo de vida distinto de los parámetros establecidos por la sociedad. La tendencia en la moda venía de los peinados bien trabajados y con muchísimos productos, la ropa llamativa, estoperoles, colores, todo era muy cuidado para llamar la atención, para no pasar desapercibido.
Lo anterior chocó de frente con una nueva generación a la que no le importaban esas cosas, un grupo generacional con padres que habían vivido épocas prósperas económicamente y muy acostumbrados a ver la “pose” de los demás. Pues ellos, ahora querían expresar todo lo contrario, vestían de una manera desenfadada, holgada y con poco sentido armónico, un plus y característica que hacía que funcionara este estilo. Ahora todos estos sentimientos arrebatados amenazan con volver como una tendencia poderosa en la moda y la joyería.
Por ejemplo, la tendencia es volver al cabello desalineado, la ropa holgada y de cierta manera desgastada por lo que las chicas pueden usar una chaqueta o un rompevientos arremangado a 3/4 para lucir un anillo de oro amarillo con un cristal smoky, este accesorio será disruptivo aportando ese toque chic que buscas sin entrar en la clásica sobriedad de la elegancia.
Ahora el estilo es romper con lo establecido, tú puedes marcar el tuyo, el mostrar tu personalidad a través de un elemento es la mejor de las maneras para destacar, es sentir esa libertad de pertenecer a tu propia forma de pensar, para muestra este dije elaborado para dicha finalidad.
Pero si lo tuyo es cargar la atención iluminando tu rostro, te recomendamos unos aretes. El delineado de ojos viene fuertísimo para mujeres y hombres, la carga de maquillaje, mientras más ligera y poco elaborada, mejor.