En 1912 las Asociación Nacional de Joyeros de Estados Unidos estableció una gema de nacimiento para cada mes del año, quedando la lista de la siguiente manera:
Enero – Granate
Febrero – Amatista
Marzo – Aguamarina
Abril – Diamante
Mayo – Esmeralda
Junio – Perla
Julio – Rubí y Cornalina
Agosto – Peridoto
Septiembre – Zafiro
Octubre – Turmalina y Ópalo
Diciembre – Zirconia y Turquesa
En esta ocasión te vamos a hablar sobre la piedra del mes de marzo, la aguamarina. Esta gema, de acuerdo con el Instituto Gemológico de América, también está recomendada como uno de los mejores regalos de aniversario para el año número 19 de matrimonio (hay una gema para cada año de aniversario y te lo contaremos en otro blog).
Al igual que la esmeralda, la aguamarina es una variedad del mineral berilo. Se distingue por su color azul con ligeros toques verdes en tono pastel claro.
Su nombre deriva de las palabras latinas “aqua” que significa “agua”, y “marine” que significa “del mar”. Los antiguos marineros le atribuían el poder de calmar las olas y mantenerlos seguros en el océano, por lo que la llevaban como talismán en sus viajes para asegurar un regreso feliz.
La aguamarina es una gema de paz y alegría en las relaciones, por lo que simboliza el amor feliz. Se le asocia con la sensualidad y el romanticismo debido a que evoca a Afrodita, la diosa griega del amor, quien nació de la espuma del mar. Generalmente es obsequiada como una piedra de fidelidad y amistad.
De las montañas del Karakórum en Pakistán, Zambia, Mozambique, Madagascar, Vietnam y Brasil. Como dato curioso, fue en este último donde en 1910 se halló la piedra más grande de aguamarina: pesaba 110 kilos.
Color
Es una de las gemas más preciadas por su color, rareza y gran belleza. En el mercado compite con el topacio azul. Las gemas más valiosas son de un azul más oscuro, con ligeros toques verdes de una intensidad moderadamente fuerte. En general, entre más puro y más intenso es el color azul, más valiosa es la piedra. Aunque algunos compradores prefieren el color natural más verdoso, la mayor parte de las gemas recibe un tratamiento térmico para darle un tono más oscuro.
Claridad
La mayoría de las gemas de aguamarina no tienen inclusiones perceptibles al ojo humano. Aunque algunas pueden contenerlas, generalmente están ausentes en la mayoría de las piedras que han pasado por un tratamiento para darles terminado.
Corte
Las aguamarinas se pueden cortar casi en cualquier forma, pero a menudo en joyería se prefieren cortes como esmeralda (es el corte más popular), redonda u ovalada. Su dureza y transparencia hacen que sea popular entre los diseñadores, artistas y escultores.
Quilates
Los cristales de aguamarina vienen en tamaños desde pequeños hasta muy grandes, algunos alcanzan incluso los 45 kilos. Sin embargo, aunque las piezas grandes son fáciles de conseguir, es difícil utilizarlas en joyería por lo que hay menos demanda de las mismas.
Por sus hermosos cristales: crece en forma de bellos cristales prismáticos de seis caras que en raras ocasiones alcanzan más de 30 centímetros de largo.
Transparencia: las gemas tratadas son excepcionalmente transparentes con un brillo extraordinario.
División de haz de luz: con la ayuda de un utensilio especial, es posible observar que la aguamarina es casi transparente y, si se mira en diversas direcciones, se pueden apreciar hermosos reflejos de color azul.